Aprendiendo a vivir contigo misma.
' Tu sombra te acompaña
todo el día, pero al caer el sol lógicamente deja de estar contigo...¿Qué hacer
cuando hasta tu sombra te abandona? ¿Sabes estar sola, sola, sola de verdad? '
Existen acciones solitarias que aceptamos como
lógicas:ir al baño, rezar, leer en la biblioteca o dar un paseo en soledad se
ve normal, pero existe un fenómeno común, llamado alergia a la soledad.
Todas tenemos amigas con una inclinación en momentos
concretos a cosas como '¿me acompañas?' al baño, o de recados, o al médico, o
al bar, o de compras, o al cine, hasta al dentista. Hay gente que parece que
tenga miedo a entrar en acción a solas. Incluso hay personas que siempre tienen
pareja, y se aseguran de encontrar siempre un suplente incluso antes de dejar
al actual. El miedo a la soledad es un fenómeno social. Seguro que conocéis a alguien
así. Algunas personas no saben estar solas por el motivo que sea y me preocupa
esta adicción extraña a la compañía total, ya que siempre habrá momentos de
soledad obligada, y entonces... ¿qué haces?
Es un hecho que nacemos y morimos solos, pero nadie te
enseña a vivir en soledad; es algo que se aprende a 'solas' y nunca mejor
dicho. Mucha gente piensa que estar solo es poco cool, de perdedores, vaya,
pero Jean-Paul Sartre y yo coincidir en pensar que "si sientes soledad
cuando estas solo, entonces es que estás en mala compañía".
Vamos, que tú mismo eres tu mala compañía. Una cosa es
estar solo y otra muy distinta es sentirse solo. Puedes estar rodeada de gente
y sentirse más sola que la una; y la fama es un perfecto ejemplo de este
fenómeno. Creo que fue Janis Joplin que decía sobre el escenario hacía el amor
a 25.000 personas, y luego se iba a casa sola. La fama magnifica la sensación
de soledad en compañía.
Siempre fui fan de estar sola: era fácil
encontrarme comiendo en compañía de un buen libro, era adepta de ir al cine con
la única compañía de unas generosas palomitas y jamás me sentía sola. Así que
imaginad mi sorpresa cuando empecé a tener 'fans' y me encontró la 'popularidad
de la fama'... y me sentí más sola que nunca. Ya no puedo ir a comer sola, sin
que alguien tuitée una foto mía comiendo tranquilamente una hamburguesa con el
siguiente mensaje: 'la soledad de la fama' (esto ocurrió). La soledad tiene
muchas vertientes, para mí siempre ha sido una elección, pero cuando se
convertió en una obligación, ya no me hizo tanta gracia. En un mundo lleno de
luces, es fácil sentirse en la sombra. La fama, por definición es solitaria y
como dijo Albert Einstein: "Es raro ser tan conocido universalmente y, aun
así, estar tan solo".
'No siempre se me dio bien estar sola, pero sí me
ayudó mucho la música. Dicen que la música es el alimento del alma y puede que
tengan razón. Nada me acompaña más que una buena canción. Te lo
recomiendo.'
APRENDIENDO A ESTAR FELIZ CONTIGO MISMA
Roma no se construyó en un día, ten paciencia contigo
misma y date tiempo para encontrarte en tu soledad. Hace falta hacer ejercicios
de introspección para saber quién eres y si te caes bien o mal. Nunca he estado
menos sola que cuando me encontré a mí misma, pero tardé un buen rato en dejar
de estar perdida.
Aprender a estar sola es de las lecciones más
importantes y difíciles que hay en la vida. Y resulta obligatoria en el curso
de la vida. Punset, en su eterna sabiduría, investigó sobre la felicidad y
concluyó que esta es la ausencia de miedos. Todos tenemos la habilidad de ser
felices, está al alcance de cualquiera.
Pasos para conseguirlo
➡TU MEJOR AMIGA, SIN
DUDA, ERES TÚ.
Es vox populi que para estar bien con los demás,
primero has de estar en paz contigo misma. Y para llegar al punto zen con tu
sombra, has de aceptarte tal y como eres. Llega un momento en que todas hemos
de tragar con nuestros más y nuestros menos, y aceptarnos. Es importante
hacernos amigas de nosotras mismas, entonces ya nunca estaremos solas. Como
decía un mensaje de una camiseta que me gustó mucho: Be nice to everybody (including
yourself) :) (sé simpática con todos, incluyéndote a ti misma), y ese
mensaje me llegó de sopetón, por ser una verdad como un puño. A veces nosotras
somos nuestro peor juez, y ya es hora de darnos el crédito que regalamos
generosamente a los demás. Démonos un respiro. Haz el ejercicio diario de
aceptarte, quererte y mimarte por el simple hecho de ser como eres, y mucha
paciencia.
➡ MEJOR SOLA QUE MAL
ACOMPAÑADA.
Se dice que mejor sola, que mal acompañada, entonces si no sabes estar sola:
¿aceptas cualquier compañía como única solución? Nunca estás en soledad, si te
tienes a ti misma y esa es una riqueza que todas aspiramos a alcanzar. Esa
sabiduría interna, una vez dirigida, se vuelve externa y entonces te sentirás
libre para escoger a la gente que te rodea. Si sabes estar sola, te vuelves tan
segura de ti misma que tus elecciones mejoran. Entonces, y solo entonces,
eliges a tus amigos con criterio. Porque un buen amig@ es como un buen tacón:
te aúpa a los cielos sin que sientas miedo o dolor.
➡ CONSTRUYENDO
PUENTES: INGENIERA DE CAMINOS EMOCIONALES. Las personas se sienten solas
porque construyen murallas enormes a su alrededor, en vez de tender puentes a
los demás. Si te sientes sola, no te pongas una coraza impenetrable, aprende a
gritar y pedir socorro. Todos tenemos momentos en los que nos sentimos solos, y
lo importante es saber dónde tener un puente y cuándo pedir ayuda. No por pedir
ayuda eres más débil, a, revés, es de valientes. Una gran verdad es que la
soledad compartida es menos soledad.
Tania Llasera. Revista Cosmopilitan Julio 2013