miércoles, 10 de julio de 2013

APRENDIENDO A VIVIR CONMIGO MISMA

Aprendiendo a vivir contigo misma.

' Tu sombra te acompaña todo el día, pero al caer el sol lógicamente deja de estar contigo...¿Qué hacer cuando hasta tu sombra te abandona? ¿Sabes estar sola, sola, sola de verdad? '

Existen acciones solitarias que aceptamos como lógicas:ir al baño, rezar, leer en la biblioteca o dar un paseo en soledad se ve normal, pero existe un fenómeno común, llamado alergia a la soledad. 
Todas tenemos amigas con una inclinación en momentos concretos a cosas como '¿me acompañas?' al baño, o de recados, o al médico, o al bar, o de compras, o al cine, hasta al dentista. Hay gente que parece que tenga miedo a entrar en acción a solas. Incluso hay personas que siempre tienen pareja, y se aseguran de encontrar siempre un suplente incluso antes de dejar al actual. El miedo a la soledad es un fenómeno social. Seguro que conocéis a alguien así. Algunas personas no saben estar solas por el motivo que sea y me preocupa esta adicción extraña a la compañía total, ya que siempre habrá momentos de soledad obligada, y entonces... ¿qué haces? 

Es un hecho que nacemos y morimos solos, pero nadie te enseña a vivir en soledad; es algo que se aprende a 'solas' y nunca mejor dicho. Mucha gente piensa que estar solo es poco cool, de perdedores, vaya, pero Jean-Paul Sartre y yo coincidir en pensar que "si sientes soledad cuando estas solo, entonces es que estás en mala compañía". 
Vamos, que tú mismo eres tu mala compañía. Una cosa es estar solo y otra muy distinta es sentirse solo. Puedes estar rodeada de gente y sentirse más sola que la una; y la fama es un perfecto ejemplo de este fenómeno. Creo que fue Janis Joplin que decía sobre el escenario hacía el amor a 25.000 personas, y luego se iba a casa sola. La fama magnifica la sensación de soledad en compañía.
 Siempre fui fan de estar sola: era fácil encontrarme comiendo en compañía de un buen libro, era adepta de ir al cine con la única compañía de unas generosas palomitas y jamás me sentía sola. Así que imaginad mi sorpresa cuando empecé a tener 'fans' y me encontró la 'popularidad de la fama'... y me sentí más sola que nunca. Ya no puedo ir a comer sola, sin que alguien tuitée una foto mía comiendo tranquilamente una hamburguesa con el siguiente mensaje: 'la soledad de la fama' (esto ocurrió). La soledad tiene muchas vertientes, para mí siempre ha sido una elección, pero cuando se convertió en una obligación, ya no me hizo tanta gracia. En un mundo lleno de luces, es fácil sentirse en la sombra. La fama, por definición es solitaria y como dijo Albert Einstein: "Es raro ser tan conocido universalmente y, aun así, estar tan solo". 

'No siempre se me dio bien estar sola, pero sí me ayudó mucho la música. Dicen que la música es el alimento del alma y puede que tengan razón. Nada me acompaña más que una buena canción. Te lo recomiendo.' 

APRENDIENDO A ESTAR FELIZ CONTIGO MISMA
Roma no se construyó en un día, ten paciencia contigo misma y date tiempo para encontrarte en tu soledad. Hace falta hacer ejercicios de introspección para saber quién eres y si te caes bien o mal. Nunca he estado menos sola que cuando me encontré a mí misma, pero tardé un buen rato en dejar de estar perdida. 
Aprender a estar sola es de las lecciones más importantes y difíciles que hay en la vida. Y resulta obligatoria en el curso de la vida. Punset, en su eterna sabiduría, investigó sobre la felicidad y concluyó que esta es la ausencia de miedos. Todos tenemos la habilidad de ser felices, está al alcance de cualquiera. 

Pasos para conseguirlo

TU MEJOR AMIGA, SIN DUDA, ERES TÚ. Es vox populi que para estar bien con los demás, primero has de estar en paz contigo misma. Y para llegar al punto zen con tu sombra, has de aceptarte tal y como eres. Llega un momento en que todas hemos de tragar con nuestros más y nuestros menos, y aceptarnos. Es importante hacernos amigas de nosotras mismas, entonces ya nunca estaremos solas. Como decía un mensaje de una camiseta que me gustó mucho: Be nice to everybody (including yourself) :) (sé simpática con todos, incluyéndote a ti misma), y ese mensaje me llegó de sopetón, por ser una verdad como un puño. A veces nosotras somos nuestro peor juez, y ya es hora de darnos el crédito que regalamos generosamente a los demás. Démonos un respiro. Haz el ejercicio diario de aceptarte, quererte y mimarte por el simple hecho de ser como eres, y mucha paciencia. 
MEJOR SOLA QUE MAL ACOMPAÑADA. Se dice que mejor sola, que mal acompañada, entonces si no sabes estar sola: ¿aceptas cualquier compañía como única solución? Nunca estás en soledad, si te tienes a ti misma y esa es una riqueza que todas aspiramos a alcanzar. Esa sabiduría interna, una vez dirigida, se vuelve externa y entonces te sentirás libre para escoger a la gente que te rodea. Si sabes estar sola, te vuelves tan segura de ti misma que tus elecciones mejoran. Entonces, y solo entonces, eliges a tus amigos con criterio. Porque un buen amig@ es como un buen tacón: te aúpa a los cielos sin que sientas miedo o dolor. 
CONSTRUYENDO PUENTES: INGENIERA DE CAMINOS EMOCIONALES. Las personas se sienten solas porque construyen murallas enormes a su alrededor, en vez de tender puentes a los demás. Si te sientes sola, no te pongas una coraza impenetrable, aprende a gritar y pedir socorro. Todos tenemos momentos en los que nos sentimos solos, y lo importante es saber dónde tener un puente y cuándo pedir ayuda. No por pedir ayuda eres más débil, a, revés, es de valientes. Una gran verdad es que la soledad compartida es menos soledad. 

Tania Llasera. Revista Cosmopilitan Julio 2013