domingo, 6 de julio de 2014

¿La infidelidad empieza en la cama?

¿La infidelidad empieza en la cama? 

"Marta Márquez VS Tania Llasera"


¿Basta un beso? ¿Tal vez un mensaje en el móvil? ¿Acaso el sexo supone siempre la línea roja que no se puede traspasar o resulta suficiente una relación platónica para que sientas que tu pareja te es infiel? Gleeden, el primer portal de encuentros extraconyugales solo para mujeres, ha realizado un amplio estudio para averiguar dónde fijamos el límite, y las conclusiones son de lo más variadas. el 77% de los españoles cree que una relación sexual esporádica con otra persona implica una infidelidad y un 63% opina que también lo es un beso apasionado. El 50% considera que el intercambio de mensajes picantes ya es un engaño, al igual que para el 37% lo es pensar en algún otro u otra mientras haces el amor con tu pareja. Incluso un 23% sostiene que fantasear significa una traición. Tania Llasera y Marta Márquez se suman al encendido debate y demuestran que esto de la infidelidad es una cuestión muy personal. 

   YO DONA. Opción A: Veis a vuestra pareja besándose con otra. Opción B: Pilláis un mensaje subidito de tono en su móvil. ¿Cuál de las dos no tolerarías? 
Tania Llasera: Un beso o cualquier tipo de encuentro físico es infidelidad. Eso es de cajón. Pero los mensajes... 
Marta Márquez: Un par de mensajes no, pero si la cosa se prolonga durante un tiempo, es mucho más desleal que darse un beso. 
Tania: La infidelidad está entre nosotros desde que el mundo es mundo, pero ahora hay un elemento nuevo: las redes sociales y el móvil. Eso hace que sea mucho más fácil ser desleal. Sobre todo con tu definición de infidelidad. 
Marta: Por eso no hay que mirar el móvil de nuestra pareja. Ni dejar que nos lo mire. Es privado. Si yo pillo a mi chico relacionándose con otra mujer, aunque no pasara absolutamente nada, es decir, no hubiera contacto físico, lo sentiría como una traición porque eso demuestra que existe un sentimiento de por medio. 
   De manera que un encuentro casual, un arrebato, un beso apasionado no lo sería... 
Marta: No, eso no es infidelidad. 
Tania: ¿¡Qué!?
Marta: Una fiesta, un calentón, un beso... No pasa nada. Otra cosa es que haya dos o tres encuentros más y pase lo mismo. Entonces me empiezo a mosquear. 
Tania: Marta que moderna eres. Yo veo a mi chico besando a otra y le cojo de los pelos y no tiene España para correr. ¡Pero cómo no va a ser infidelidad! Hay un intercambio de jugos, de saliva, y eso que se ha traspasado la raya. 
Marta: No la suficiente. 
Tania: ¿Es que has tenido parejas abiertas?
Marta: Nunca he mantenido una relación de ese tipo, pero siempre he tenido muy claro que los sentimientos y las emociones importan mucho más que lo físico. 
   Está claro que se evitan muchos problemas si la pareja está de acuerdo en lo que es infidelidad y lo que no. 
Tania: Lo mejor es que ambos pongan los límites en el mismo sitio. En mi caso coincidimos... Bueno, le he hecho que coincida conmigo (risas). cuando empezamos a salir yo estaba en una serie en la que tenia que besar a un actor. Fue complicado porque para mi pareja eso, que era un asunto puramente profesional, representaba casi una infidelidad. 
Marta: Yo, también por trabajo, he tenido que besar y a mi novio le ha parecido perfecto. 
Tania: El mio no quiso ni verlo. Está claro que el concepto de infidelidad depende de la sensibilidad de cada uno, de cómo te hayan educado, de tu contexto. 
   En una encuesta reciente, más de la tercera parte de las personas aseguraba que pensar en otro mientras haces el amor con tu pareja es otra forma de adulterio. 
Marta: Depende. Si sientes algo por esa persona, para mí lo sería. Si se trata de pura fantasía, no lo es. Vuelvo a los sentimientos, es lo que define la traición. 
Tania: En eso sí estoy de acuerdo contigo. Me parece sano y normal que si te acuestas siempre con la misma persona puedes pensar en otros. Yo, por ejemplo, en Ryan Gosling.
Marta: ¿Y le serías infiel con él?
Tania: Pues a lo mejor sí. Aunque tenemos un convenio: no es infidelidad si yo me acuesto con Ryan Gosling y él con Scarlett Johansson. Pero solo con esos (risas)
   Más resultados de la encuesta: para un 23% es inaceptable la sola idea de que su pareja imagine el sexo con otra persona. 
Marta: Es una infidelidad de libro. Repito, un acto físico no tiene por qué serlo, pero un pensamiento sí porque implica sentimiento. Entra en juego una faceta emocional que no admito. 
Tania: Pero es que uno no puede controlar lo que siente. Me parece  normal que después de llevar mucho tiempo con tu pareja, haya alguna otra persona que te llegue a gustar y pienses en tener algo con ella. 
Marta: ¿Y no te molesta si lo hace tu marido? 
Tania: No. es sano. Saludable. ¿Acaso va a soñar sus fantasías conmigo, que me tiene todas las noches? 
Marta: Pues claro. 
   Sea la circunstancia que sea, ¿preferís no enteraros si sucede?
Marta: Prefiero saberlo. Sinceridad ante todo. Las cosas se hablan y se intentan arreglar. 
Tania: Para nada. Es un error. No quiero enterarme. Yo fui infiel a otra pareja. Se lo dije, le expliqué que había sido una locura, que no significaba nada y que no volvería a repetirse. Pero se lo tomó fatal y fue un desastre. Para mí reconocerlo es provocar un sufrimiento innecesario. Si ha sido una tontería, algo que no tiene importancia, no me lo cuentes. Y eso que mi pareja querría saberlo. 
¿Tener sexo con otra persona significa que algo no marcha bien en tu relación o puede suceder aunque estés enamorada y seas feliz? 
Tania: Puede ocurrir en cualquier circunstancia. Yo separo el corazón del celebro. Todos podemos confundirnos y dejarnos llevar sin que tenga nada que ver con lo que sientes por tu pareja. 
Marta: Pues yo creo que siempre significa algo, que existe un problema, pequeño o grande, pero que se tiene que solucionar. 
Tania: En todo caso, lo que espero es que a mi pareja haya tenido suficientes relaciones antes para que se sienta lo bastante satisfecho y esté tranquilo.
Marta: Ves, es eso sí estamos de acuerdo. 
   ¿Perdonaríais un desliz? 
Marta: Podría hacerlo perfectamente si fuera un rollo de una noche, opero lo que no aguantaría es que sintiera algo por otra persona.
Tania: Puede que lo perdonase. No lo sé... Pero que sienta cosas por otra persona no me parece tan terrible. Sería un síntoma de que algo no va bien en la pareja y habría que trabajarlo. Aunque creo que hasta cierto punto es muy humano. Nadie es monógamo por naturaleza. Todos hacemos esfuerzos para serlo. 





lunes, 27 de enero de 2014

REVISTA MINE

UNA RUBIA MELÓMANA 

'DE COMO UNA PRESENTADORA QUE FLIRTEABA CON EL ROCK ACABÓ MANTENIENDO UN ROMANCE CON EL COUNTRY.'

"River, river, carry me on... To the place where I come from...", lamenta el tocadiscos de la esquina, en la madrileña tienda subterránea de La Metralleta. El sonido inunda las hileras de vinilos, que esta mañana se desperezan con acordes de soft rock. "Washing of the Water, de Peter Grabiel, es la canción que quiero que pongan el día de mi entierro", apunta Tania. Acompasa sus palabras a la nostalgia de las notas, mientras escarba entre las desastradas pilas de casetes. Acaba por comprarse catorce cintas. "Tengo un coche viejo, así que debo ser la única persona que sigue utilizándolos. Todo el mundo me da lo que tiene por casa y al final me he juntado con un montón de música de mi suegro, que es mortal", confiesa. En la guantera, sin embargo, lo de siempre: Supertramp, Simon & Garfunkel o Metallica. Desde Graceland, de Paul Simon, al Oops! I did it again, de Britney Spears; "¡Britney me encanta, aunque sea 'chochi-pochi'!" exclama. 

La historia de amor entre la presentadora y la música empezó como un flirteo con el rock y acabó en un romance con el country. Intentó rascar la guitarra a los 11 años, pero se rindió, y canta a menudo, sobre todo bajo la ducha. Sin embargo, profesionalizó su afición. Durante sus primeros años en la televisión británica, Llasera (Bilbao 1979) entró en contacto con los formatos musicales y, su regreso a España, trabajó para el canal Fly Music. También fue reportera del programa 'No disparen al pianista' y aprendió de otros expertos, como Santiago Alcanda o Javier Limón. A muchos no les sorprenderá, por tanto, su devoción musical, aunque hora se haya distanciado del género. "Dejaron de hacer estos programas o, por lo menos, dejaron de llamarme", responde. "Echo de menos un canal de videoclips, siempre me ha parecido que debería haber más música en televisión", protesta.
   Y eso, a pesar de 'La Voz'. El talent-show de las sillas giratorias, que ella misma copresenta, está muy alejado de los púlpitos de culto. Su filosofía premia la calidad vocal sobre las consideraciones estéticas, sin embargo, ¿qué hubiera sido de David Bowie sin su peinado? "Para llegar a alguien con tu música no hace falta tener imagen. Eso no quiere decir que su aspecto carezca de importancia, pero no todos son Bowie", defiende Llasera. Desde luego, el perfil de concursante poco tiene que ver con el rockero británico, pero eso no excluye a los candidatos de aprovechar "la gran ventana para labrarse un futuro brillante". Aunque sea un futuro mainstream. "Música para mí es música y punto. Grupos como Coldplay pueden gustar a todo el mundo y otros como Love of Lesbian estarán más localizados, pero no entiendo la etiqueta indie asociada a lo alternativo. ¿Acaso Madonna no es alternativa?", pregunta. Y entonces elogia a Robyn, en su opinión, mejor que Lady Gaga.
   La banda sonora de la vida de Tania puso play cuando aún estaba en el vientre materno. Sus primeros recuerdos se remontan a la casa de sus abuelos, donde solo se escuchaba música clásica. "Lo más moderno era Buena Vista Social Club, así que imagínate", apostilla. A su padre le gustaba Camarón, por su madre era mucho más rockera, y al final fue ésta quien le transmitió el gusto vía cordón umbilical. "Para cambiar su estado de ánimo, ella siempre escuchaba música. Si se enfadaba, le ponías a Annie Lennox y se le pasaba", recuerda, para después reconocer que le sucede lo mismo. Su vínculo con las letras también se relaciona con los orígenes británicos de su madre. El inglés es su lengua emocional, en la que piensa, en la que sueña. "Es el idioma en el que me llegan las letras, y soy muy de letras. Si una canción es pegadiza, pero tiene un mensaje flojo, no me va a gustar", señala.
   El recorrido por la Metralleta confiere satisfacción a los coleccionistas capaces de disfrutar de los encuentros fortuitos, olvidando las fundas de cartón descoloridas. Tania sonríe cuando sus manos tropiezan con 'Everybody else is doing it', de The Cranberries. Al mirar la portada, vuelve la vista hacia una adolescencia repleta de pósteres en la pared con Dolores O'Riordan en el centro. "Me encantaba, me sigue gustando, me parece una borde maravillosa", asegura. "Me rapé por ella, me pasé tres años así. Parecía una yonqui. Era una época en la que se llevaba el grunge, así que yo me ponía el eyeliner desde el párpado hasta la frente", recuerda. Con el paso de los años, sus ídolos se convirtieron en mortales gracias al reporterismo. Desde Lenny Kravitz hasta Chris Martin, aunque no todos los encuentros los recuerda con tanto cariño: "Pensaba que ser buen artista significaba ser buena gente, que n podía brotar música así de una mala persona, pero me equivocaba...", revela.

"Me rapé por Dolores O'Riordan, me pasé tres años así. Parecía una yonqui.  Se llevaba el grunge, así que me ponía el eyeliner desde el párpado hasta la frente"


   ¿Sabes ese tema que suena de repente en la radio y te devuelve al verano de tu vida? Llasera también tiene el suyo. "Cuando me hice mujer, estaba escuchando mucho country. Concretamente, Country Roads, de John Denver, rememora. Y el momento crucial de su vida también lleva banda sonora. "Siempre sueñas con la canción que sonará el día de tu boda, pero luego tienes que consensuarlo con tu marido. Al final, fue Euphoria, de Loreen. ¡Sí, sí, la de Eurovisión!", cuenta. Su eclecticismo te deja pasmado, pero ella lo vive sin ningún complejo.mientras tararea estrofas de aquí y de allá. "hubiese querido estudiar solfeo, pero mis frustraciones irán directamente a mis hijos", bromea. La música es su tabla de salvación, siempre va su rescate. "Cuando salgo en televisión y noto al día siguiente todo el mundo me conoce, me mira, se da codazos... me pongo los cascos y me olvido del mundo", reconoce con una sonrisa. Y sigue cantando.

LA CAJA DE LOS SONIDOS
Cuando los españoles empezaron a hacer las maletas con destino a Reino Unido, Tania Llasera se echó al hombro la alforja para realizar el viaje inverso. De los formatos musicales al entretenimiento de masas. Trabajo en Cuatro en 'Estas no son las noticias' y fichó por La Sexta como colaboradora de 'El intermedio', para un año después pasarse a Telecinco con el late-show 'Mira quien mira'. Y tras eso, todo lo demás: 'Resisitiré, ¿vale?, 'Fama', 'Vuélveme loca' y 'La Voz'. Ser una de las caras visibles de Mediaset le ha hecho toparse con prejuicios, por supuesto. "Por redes sociales, hay muchísima gente que sigue criticando mi decisión. Dicen que me he equivocado, que me he vendido al 'telecirco'. Me dan ganas de contestar: '¿Y tú qué sabrás?' Yo se porque hago las cosas", explica Tania. ¿Y por qué las hace? "Creo que necesito una evolución y, en mi opinión, estoy evolucionando", sentencia.
   No le importaría ponerse al frente de un programa, pero también está abierta a cambiar totalmente de registro. "Ya veremos", comenta, con despreocupación, con ilusión y todavía con los cascos puestos. Aunque el año pasado publicó un libro ('El sexo sentido'), 'La Voz' no le permite hacer mucho más fuera de cámaras. Su tiempo libre lo invierte en ver programas, escuchar música, escribir mucho y pasear a su Carlino. "He estado estudiando peluquería, eso sí", explica, porque su afición por los peinados viene de lejos: "Cuando era joven, cada vez que cambiaba de novio, me cambiaba de pelo. Tuve todo tipo de cortes y a cuál más extraño. El que llevo ahora me lo hice en Londres, en el Soho, a manos del peluquero de Guy Ritchie", relata. Tal vez su afición estética le sirva para un programa del tipo 'Plain Jane'. "Pues mira, 'Plain Jane', claro que sí". bromea, y añade: "No rechazaría ningún formato sin más. Ser presentador, hoy en día, está más cerca del mundo del espectáculo que del periodismo. En mi caso, nunca quise ser periodista; no me interesa el quién, el cómo ni el cuándo; solo quiero sacar sonrisas", concluye.

Twitter: @RevistaMine 
Web: http://www.revistamine.es/MINE.html
Fotos: Jorge Puente
Entrevista: Almudena Ortuño





miércoles, 22 de enero de 2014

PASAPALABRA



'Pasapalabra'

La semana pasada tuvimos el placer de poder disfrutar de Tania en el programa de Pasapalabra. 
Nos contó alguna cosa de la Voz kids como: 

'Vais a flipar porque, hay unos niños en unos cuerpitos tan pequeños tienen unas voces tan grandes. Estamos flipando'.

'Entre La Voz adultos y La Voz niños hay una diferencia importante. Si La Voz adultos es pura emoción, La Voz Kids es emoción en estado puro.'


También contó que está mirando de estudiar antropología ya que hay un proyecto que esta en el aire para poder escribir otro libro si todo sale bien.


Aquí los enlaces de los tres programas, y algunas capturas.